Las mejores frases de La llamada de Cthulhu 12 frases

No está muerto quien puede yacer eternamente, y con el paso de los años la misma muerte puede morir.

Después de millones y millones de años el gran Cthulhu era libre otra vez.

Esa visión, como toda temible visión de la verdad, surgió de una unión casual de elementos diversos.

Vinieron de las estrellas, y trajeron consigo sus imágenes.

¿Qué isla desconocida era aquella en que habían muerto seis de los tripulantes, y acerca de la cual el contramaestre Johansen se mostraba tan reticente?

Conocían todo lo que ocurría en el mundo, pues su lenguaje consistía en la transmisión del pensamiento. En ese mismo instante hablaban en sus tumbas.

Las estrellas eran otra vez favorables, y lo que un viejo culto no había podido lograr por su voluntad, un puñado de inocentes marineros lo hacía por accidente.

obre un cuerpo escamoso y grotesco, provisto de alas rudimentarias, se alzaba una cabeza pulposa y coronada de tentáculos; pero era el contorno general lo que la hacía más particularmente horrible. Detrás de la figura se esbozaba una arquitectura ciclópea.

A mi parecer, no hay nada más misericordioso en el mundo que la incapacidad del cerebro humano de correlacionar todos sus contenidos. Vivimos en una plácida isla de ignorancia en medio de mares negros e infinitos, pero no fue concebido que debiéramos llegar muy lejos.

Hubo un estallido como el de un globo que se desinfla, un líquido inmundo como el que surge de un hendido pez luna, una hediondez como de mil tumbas abiertas...

El monstruo está más allá de toda posible descripción. No hay lenguaje aplicable a ese abismo de horror inmemorial, a esa pavorosa contradicción de todas las leyes de la materia, la fuerza y el orden cósmicos.

Ya no podré dormir en paz mientras recuerde el horror que espera emboscado del otro lado de la vida, en el tiempo y el espacio, y aquellas malditas criaturas que vinieron de los astros más antiguos y que sueñan en las profundidades del mar.