Las mejores frases de El conde de Montecristo 16 frases

Lo más curioso que hay en la vida es el espectáculo de la muerte.

Siempre habrá labios que digan una cosa mientras el corazón piensa otra.

La muerte es según el trabajo que nos tomamos de bien ó mal con ella; ó una amiga que nos arrulla con tanto amor como una nodriza, ó una enemiga que nos arranca el alma del cuerpo violentamente.

Los hombres verdaderamente generosos están siempre dispuestos a ser compasivos cuando la desgracia de un enemigo sobrepasa los límites del odio hacia él.

Vivid, pues, y sed dichosos, hijos queridos de mi corazón, y no olvidéis nunca que hasta que Dios se digne descorrer al hombre el velo del porvenir, toda la sabiduría humana estará resumida en estas dos palabras: Confiar y esperar.

Yo creía que me amaba lo bastante para esperarme, y aun para serme fiel a mi recuerdo si moría. Sin embargo cuando volví, estaba ya casada. Esa es la historia de todos los que han pasado por los 20 años.

La mujer es como una buena taza de café: la primera vez que se toma, no deja dormir.

Es que ha tenido usted fe; es que ha sabido usted ser fuerte; es que ha confiado en Dios, y Dios le ha sostenido. Yo he sido cobarde, yo he renegado, y dios me castiga.

Todo mal tiene dos remedios; el tiempo y el silencio.

No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.

Hay personas para quienes el trabajo es el remedio de todos los dolores.

La alegría causa a veces un efecto extraño; oprime al corazón casi tanto como le dolor.

Los malos no mueren así, porque Dios parece protegerlos para hacerlos instrumentos de sus venganzas.

Mi reino es grande como el mundo, porque no soy italiano, ni francés, ni indio, ni americano, ni español; soy cosmopolita.

¿Seguirás tu camino tal como te lo depara la suerte sin tratar siguiera de combatirla?

Creemos, sobretodo porque es más fácil creer que dudar, y además porque la fe es la hermana de la esperanza y de la caridad.