El príncipe feliz y otros cuentos, es una colección de cuentos escritos por Oscar Wilde y publicados en 1888.
Algunos de los cuentos, como El ruiseñor y la rosa o El gigante egoísta, tienen una gran fama internacional. La colección completa está formada por los siguientes cuentos:
El cuento que da título a la colección, El príncipe feliz, narra la historia de una estatua, repleta de adornos de mucho valor, que es colocada por un príncipe en lo alto de una columna para que sea visible desde toda la ciudad.
Una golondrina, que está de paso en su migración, se posa sobre ella. Desde allí, ve que el príncipe está realmente triste debido a las injusticias que ve en el pueblo. Cuando era pequeño, le hicieron creer que todo el mundo era feliz y no tenía problemas, pero de adulto ve que eso no es cierto.
La golondrina le confirma al príncipe la realidad y ambos se hacen amigos y compañeros para intentar mejorar la vida de los que más están sufriendo...
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No ficción > Infantil y juvenil
50 minutos (15068 palabras)
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Sobre este libro
Añadido a la biblioteca el 23-03-2014
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Incluido en colección:
Oscar Wilde fue un poeta y dramaturgo irlandés que curiosamente alcanzó la mayor fama y reputación con la única novela que escribió: El re...
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- ¡Qué extraño! Con todo el frío que hace, siento un calorcillo que me crece en el pecho. - Te sientes así - comentó el príncipe - porque has obrado bien. Toma ahora mi otro ojo y entrégaselo a aquella niña que busca pan para la familia y no lo encuentra. - Pero no podrás ver - dijo la golondrina - - No me importa. Lo que más deseo es que esa niña y su familia puedan tener la comida que necesitan.
¿Por qué lloras? - le preguntó la golondrina intrigada. - Lloro porque, cuando estaba vivo, tenía un corazón como el tuyo y me pasaba las horas jugando en los jardines de mi palacio. Todo me alegraba y por eso me llamaban príncipe feliz. Pero, desde que me han puesto en este lugar tan alto, puedo contemplar a todas las personas tristes del pueblo y, aunque ahora tengo un corazón de plomo, la tristeza de los demás me hacen llorar.
- Adiós mi querido príncipe feliz - dijo la golondrina. Le dio un beso y cayó a sus pies. En el mismo instante, el corazón de plomo de la estatua se rompió en pedazos.
¿Estará lloviendo? - se preguntó la golondrina, y le cayó otra gota. Segura de que llovía decidió buscar mejor sitio para dormir. Pero antes de que pudiese abrir sus alas, la golondrina vio algo asombroso: a la estatua del príncipe feliz le brotaban lágrimas de los ojos. Eran las gotas que la habían mojado