Historia del Necronomicón es un cuento escrito por H. P. Lovecraft en 1927 y publicado en 1938 que profundiza más en la historia de este libro tan popular en la obra de Lovecraft.
El Necronomicón es un grimorio (libro de conocimiento mágico europeo) inventado por Lovecraft e integrado en su universo de terror. Es mencionado en multitud de obras del autor, siendo la primera aparición en el cuento La ciudad sin nombre. Lovecraft indica que su autor fue Abdul Alhazred, un seudónimo que utilizaba el propio Lovecraft desde que era niño.
El libro Historia del Necronomicón está narrado como si no fuera ficción, dándole un toque de pseudoautenticidad tan característico en los mitos de Cthulhu de Lovecraft. Explica como fue creado el libro por Abdul Alhazred, todo el proceso de censura y destrucción por el que ha pasado y las copias que aún quedan en la actualidad.
El libro es aparece en las obras de otros autores del círculo lovecraftiano como August Derleth o Clark Ashton Smith, que mencionan y basan algunas de sus historias en este extraño y poderoso libro.
Literatura y ficción > Cuentos
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Sobre este libro
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Howard Phillips Lovecraft, conocido normalmente como H. P. Lovecraft, fue un escritor estadounidense nacido en 1890 y fallecido en 1937.
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El barón de Taran gobernó (...) con la dureza habitual de la época, pero tenía fama de practicar ritos no cristianos que generaban una gran cantidad de chismes y repugnancia; ritos que, se decía, hasta incluían sacrificios humanos-El que Aúlla en la Oscuridad.
Fue en ese instante, digo, cuando el muro dejó de ser extraño, insólito, entretenido, fantástico, etc., y se volvió horrible-El Muro de Settler.
Funcionó. Con el primer salpicón, el pergamino y su evangelio de maldad se desvanecieron en una nube de cenizas. Doy gracias por ello, todos los días de mi vida. Pero, ¿qué habría pasado si el agua bendita no hubiese funcionado?-El Pergamino Terrible.
¡Menuda perdida de tiempo! Y es que, por encima de todo, Alhazred enseñó una cosa sobre los Dioses primigenios: No les importa, y eso explica el universo-La Herencia Peabody
(...) Y lo encontraron malvado, , puesto que hablaba indeterminablemente de artes oscuras y hechos mágicos, aseverando que llegó a través de una ventana que daba a nuestro siglo (...) Murió sin retractarse ni arrepentirse, maldiciendo horriblemente a todo lo que le rodeaba. Que Dios se apiade de su alma en pena-El Castillo en la Ventana.